LO PARADÓJICO de este comportamiento es que Occidente se arroga la tolerancia, Occidente se presenta como la primera civilización que insiste en los derechos sagrados del individuo frente a la turbiedad y colectivismo de las otras, y la realidad mostrenca es que es esa misma Occidente la que cierra fronteras, la que se salta los derechos humanos más básicos y la que llena Internet o las aulas occidentales de manuales eurocentristas de propaganda donde no existe el menor interés por lo que han hecho los chinos, los indios, los amerindios, los árabes o los africanos. Resulta cómico que el término “Alianza de civilizaciones”, acuñado por la ONU, partiera de Mohammad Jatamí, presidente de Irán, como respuesta al "Choque de civilizaciones" de Samuel P. Huntington. ¡Fue un persa el que puso un poco de cordura y tolerancia! Cuántas veces pienso en la famosa frase que repetía André Breton: “¡Persia, siempre Persia! Grecia es el gran error”.