SE HABLA mucho de los "ofendiditos" y de la "cultura de la queja"; pero qu茅 curioso que no se hable tanto de los "ofendiditos con los ofendiditos" y de la "cultura de quejarse de la cultura de la queja", cuando los segundos ya son m谩s que los primeros y disponen de mejores tribunas. Qu茅 sospechoso es, adem谩s, que la mayor铆a de sus practicantes sean hombres euroblancos. ¿Me atrevo a decir que detr谩s de la protesta contra los que protestan veo un intento de cercenar la libertad de expresi贸n para conservar los privilegios? Pues ya lo he dicho.