NI EL Prado ni el Thyssen ni la Almudena ni el Reina Sofía ni el oso y el madroño: lo que deberían enseñar los autobuses turísticos de Madrid es el CIEs de Aluche; que los guías expliquen en qué consiste ese edificio, qué personas están allí encarceladas, qué delitos cometieron, en qué avión serán repatriados, por medio de qué redadas racistas llegaron allí: ningún turista que regrese a su país puede hablar de forma cabal de “Madrid es…” o “los madrileños son…” sin haber conocido el centro y meollo, la indiferencia ambiente ante el sufrimiento y la injusticia, el hueso y esencia de esta ciudad.